Testimonios
ALBERTO MIRANDA · Ingeniero industrial mecánico
Clases de biodanza presenciales
Biodanza ha mejorado mi vida y mis relaciones, identifico mejor los comportamientos saludables. Me ayuda a ser más consciente de qué es lo importante en mi vida y a sentirme mejor. Mi grupo de Biodanza me aporta tranquilidad y buena sintonía, el ambiente es muy bueno y muy sano. Ana Ezquerro nos ha mostrado en múltiples ocasiones tener una ética muy elevada, respeto, ser tolerante, solidaria y responsable. Hace muy bien su trabajo y se enfrenta con mucha solvencia a las contingencias. Son muy gratificantes sus ampliaciones de información, resolución de dudas y síntesis de conocimiento en las rondas habladas.
ANA BELÉN MÉNDEZ · Técnica de la Administración
Clases de biodanza online
Practicar Biodanza ha supuesto un antes y un después en mí. Ahora me siento más fuerte y más segura, me gusto más. Me divierto mucho porque me encanta bailar y salgo de clase llena de energía positiva. Me siento mucho mejor que antes.
ÓSCAR PÉREZ · Terapeuta de Proyecto Hombre, Director de un Centro Sociosanitario
Clases de biodanza presenciales
Para mi, la biodanza está resultando una manera muy profunda de conocerme a mí mismo, pero de la única manera que para mí puede ser real y “curativa”: Descubrirme “en” y “con” la mirada y la vida del otro/a. Y no sólo es cuestión de auto-conocimiento, sino que la biodanza está transformando, de una manera sútil pero muy efectiva, mi manera de relacionarme conmigo mismo y con los demás. Desde el respeto por los procesos de cada uno, Ana, como facilitadora, ofrece un ambiente seguro en el que los miedos y los juicios sobre mí mismo se han ido diluyendo; detrás de una formación sólida y un hacer profesional, se descubre también una persona cercana y muy seria en el que mi objetivo de afrontar las dificultades y relaciones en mi vida de manera positiva y emocionalmente sana y, por qué no, bella también, pueda cumplirse con creces.
GEMA RUIZ DE LA TORRE · Publicista y Gestora Cultural
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza me encanta, me llena, me emociona, me pone en forma por fuera y por dentro. Aprendo a conocerme, a relacionarme, a gustarme y a disfrutar de la vida. Ana Ezquerro me parece una facilitadora sensacional, por su sensibilidad, generosidad y delicadeza, por el talento que tiene para comunicar y enseñar.
INÉS MERINO · Técnica de PRL, Calidad y Medio Ambiente
Clases de biodanza presenciales
¡Me gustan mucho las clases de biodanza! Practico desde 2020 y cada vez me gusta más. Me ayuda en muchas ocasiones a cambiar mi estado de ánimo, de estar cansada o triste o, a veces, con rabia o enfadada, a un estado más feliz, más contenta, más unida a las personas. Me ayuda a compartir con otras personas que están en la misma situación, a aumentar mi conciencia. En definitiva a ser más feliz. A seguir por mi camino sin separarme de la gente. Mi profesora es Ana Ezquerro, una gran profesional y persona.
CORAL ACEDO · Farmacéutica jubilada
Clases de biodanza presenciales
Estoy encantada de que la Biodanza haya entrado a mi vida, y Ana me parece una persona ‘chapeau’. Cuando danzo me siento libre, y ahora estoy más segura de mí misma. Me produce una alegría tremenda. La Biodanza me ayuda a conocerme, a ser mejor persona, a superar retos y prejuicios, a ser feliz. Mi grupo de Biodanza me encanta, me siento parte de la tribu, el ambiente es fabuloso, hay mucha unión. Ana Ezquerro es una facilitadora muy competente, da unas consignas claras y en las rondas verbales nos explica la relación de los ejercicios y la vida. Es empática, alegre, inteligente, buena comunicadora y sabe cómo tratar a cada persona del grupo.
SAMUEL GOIKOETXEA · Artista
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza ha sido un gran descubrimiento que ha mejorado mi vida y le ha dado otra bonita perspectiva. Físicamente me siento con muchísima más soltura y soy más consciente de la expresión de todo mi cuerpo. La recomiendo a todas las personas que quieran reconectarse con su original y más auténtico ser. Gracias Ana Ezquerro por transmitirnos y darnos la posibilidad de que la magia suceda en cada clase.
SILVIA GARCÍA · Dependienta
Clases de biodanza presenciales
Antes de Biodanza no podía expresar mis emociones y me era imposible llorar, pero en la primera clase esa emoción pudo salir. He podido dar rienda suelta a mi verdad, a ser y a vivir de manera más auténtica y libre. Danzar para ser. La música es poderosa, danzar es el movimiento natural, libre y auténtico, expresado sin límites ni juicios, es dejarme llevar. Hay que probar Biodanza, es vida, el movimiento me conecta con mis emociones y me permite experimentar libertad emocional.
MERCEDES INÉS · Auxiliar de enfermería
Clases de biodanza presenciales
Ana Ezquerro es muy profesional, desde el minuto cero te transmite seguridad y confianza, con pautas y mensajes claros y una mirada limpia y risueña. Su actitud cercana y cálida me anima a explorar mi interior y potenciar lo mejor de mí. Al terminar la clase de Biodanza tenemos un brillo diferente en los ojos, salgo a la calle sintiéndome más libre, alegre, tolerante y positiva. Me enseña a sacar lo mejor de mí buscando la luz y cerrando heridas. Siento que crezco como persona, saco la niña que llevo dentro, la que besa y abraza, la que tiene ilusión por la vida.
PILAR PORTOLÉS · Médica
Clases de biodanza online. Se conecta desde Teruel
Mi maravilloso idilio con Biodanza empezó en el confinamiento gracias a una persona encantadora y maravillosa que es Ana Ezquerro, la facilitadora que te hace entrar en otro universo. Vivo en Teruel y aquí no hay Biodanza por lo que poder practicarla online hace que los miércoles sean el día que me dedico tiempo para mí. Me relaja, me resetea, testa cómo está mi cuerpo y mi mente, me ayuda a afrontar mi yo interior con todo su bagaje y lo estupendo que es el encuentro con las compañeras. Y todo guiado de forma espléndida y sutil por Ana. Es y fue una suerte encontrarme con ella, el universo te premia con estos regalos.
ISABEL LÁZARO · Bailarina y Profesora
Biodanza ha sido, sin duda, un antes y un después en mi vida. Puede sonar a cliché, pero no podría definirlo de otra manera. Soy bailarina y profesora, y nunca imaginé que pudiera vivir la danza de una forma nueva, que esta pudiera tener un poder tan transformador. Para una persona que siempre se ha considerado demasiado fría e introvertida como yo, encontrar un lugar en el que redescubrirme y redescubrir mi relación con las personas en un espacio seguro, ha sido un milagro. Cada clase de Biodanza, en medio de una sociedad de prisas y juicios, me ayuda a encontrar la vida que tantas veces se pierde entre el ruido y a aprender a relacionarme con mi entorno de una forma sana, tranquila y divertida. En resumen, me ayuda a ser y estar. Siempre le agradeceré a nuestra facilitadora, Ana Ezquerro, su enorme generosidad, su empatía y comprensión con cada persona que entra por la puerta, su gran talento como comunicadora y esas ganas de vivir la vida de verdad que nos regala cada día. Ir a sus clases es encontrar el camino a casa.
FELICIDAD SÁENZ · Enfermera
Clases de biodanza presenciales
Comencé a practicar Biodanza con Ana Ezquerro en 2017 y desde el principio se potenció en mí la alegría de vivir, me reconcilié con mi cuerpo y aprendí a moverlo en libertad, hice vínculos con las compañeras y aprendí a relacionarme expresando mi afectividad. La diversidad de horarios que ofrece Ana me permite continuar siempre con las clases aunque cambie mi turno de trabajo. Ana es una facilitadora con mucha experiencia y rigor.
ELDER ZEBALLOS · Licenciada en Nutrición Humana y Profesora de Español para Extranjeros
Clases de biodanza online. Se conecta desde Alemania
Con la Biodanza me redescubro en mis sentires, me lleva a experimentar un mejor estado de bienestar, a darme lugar en la vida para todo lo bueno. Es volver a conectar con mi esencia que la había perdido con la carga de preocupaciones y estrés. Es un despertar del alma, y todo conectado a un amor sincero a mí misma. Hacerla online me posibilita practicar Biodanza desde Alemania, donde vivo. Ana Ezquerro tiene una actitud muy grande para explicar los ejercicios y movimientos, logra que me deje llevar y pueda sentir y gozar de estas experiencias que son internas y muy valiosas. Después de la clase mi corazón queda lleno de agradecimiento.
IRENE MARTÍNEZ · Trabajadora social
Clases de biodanza presenciales
Para mi la biodanza es un encuentro. Con los demás y sobre todo, conmigo misma. Una oportunidad de observarme y danzar con todo, con la verdad de mí misma, y una oportunidad para crecer, expresar y, en definitiva, SER. Desde el disfrute y la conexión. Ana Ezquerro es una facilitadora estupenda que con el máximo respeto y cuidado consigue que cada sesión valga la alegría y sea un aprendizaje para mí. Gracias Ana por tu maravilloso trabajo.
BEATRIZ MIGUEL · Maestra
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza me gusta mucho, me hace bien. Es un espacio y un momento privilegiado para conectar conmigo misma, expresar lo que muchas veces no puedo con palabras y hacerlo cada vez con más libertad, confiada, segura de un grupo que lo recibe sin juzgar. Ana Ezquerro, la facilitadora, es cercana, empática e intuitiva. Sin darte cuenta te lleva a transitar, de forma suave, natural, por distintas experiencias y emociones, al encuentro de ti misma y de las otras personas.
MARGARI FERNÁNDEZ · Orientadora escolar
Clases de biodanza presenciales
Biodanza está siendo para mí una experiencia muy rica y un gran apoyo personal: por el disfrute tan grande que vivo, por lo liberador que me parece poder expresarme con el cuerpo en un entorno de tanto respeto, por el proceso de toma de conciencia corporal, por todo lo que se comparte con el grupo, por los momentos de reflexión… Yo sigo! Acudo a las sesiones con mucha ilusión y motivación, y salgo de ellas llena de vivencias positivas, de luz y de vitalidad. Es un espacio de expresión y de movimiento del cuerpo, de mí misma. Me siento acompañada, impulsada por la música, por el grupo, y por las propuestas y apoyo de la facilitadora, Ana Ezquerro. Vivo un espacio lleno de respeto y de posibilidades. Con su forma de conducir cada sesión, Ana nos permite vivir la oportunidad de sentir, experimentar, jugar, probar, arriesgar, crear danza, belleza, y movimiento de vida. Pone palabras y cuerpo a los diferentes movimientos de la vida que allí experimentamos. Bailamos la vida con la vida, qué maravilla!!! Es un ir y venir: de la vida cotidiana al espacio de biodanza, del espacio de biodanza a nuestra vida.
CRISTINA RUÍZ · Autónoma, hostelería
Clases de biodanza presenciales
Biodanza me mira a los ojos y me traspasa al alma de las personas con las que danzo. Biodanza me mira a los ojos y me hace ver dónde tengo la herida y qué tengo que curar. Biodanza me mira a los ojos de la niña que fui y la que todavía está dentro de mí. Cuando bailo, mi cuerpo y mi mente están presentes, me conecto con la música y me dejo llevar. En esos momentos, me siento libre para expresarme como yo quiero. Y otras veces me tengo que amoldar al baile de mis compañeros, como la vida misma, y me enseña la importancia de las relaciones, del dar, del recibir, de escuchar, de poner límites… En fin, Biodanza es la vida en movimiento. Es un aprendizaje que adquiero sin ser consciente pero que va calando en mi subconsciente, haciendo que el día a día sea más vívido, más experimentado, con más porte y más alegre.
LUIS MENÉNDEZ · Mecánico electricista
Clases de biodanza presenciales
La primera vez que me habló una amiga de biodanza pensé que era una moda más, ya que soy bastante escéptico, pero decidí probar y lo cierto es que me sorprendió muy gratamente. Con Biodanza no solo me lo paso muy bien y conozco a personas estupendas con unas ganas increíbles de vivir, sino que también me ayuda a expresar mis emociones y a ser menos irascible.
ÁNGELES SIERRA · Contable
La biodanza me da vida, alegría, energía, vitalidad, un asombroso autoconocimiento de mi misma; me enseña a ver a los demás desde el alma y no desde el juicio. Son tantas las cosas que aporta a mi vida que hoy, después de 12 años, he podido dejar por el camino muchas actividades como yoga, teatro, pilates, paddle, talleres de inteligencia emocional y tantos otros, pero Biodanza es el motor que me da combustible para seguir creciendo como persona. Para ser feliz. Siempre recordaré las palabras de mi madre cuando empecé a practicar: “no sé qué es eso de la biodanza, pero nunca te había visto tan feliz”. He tenido distintos facilitadores, y todos estupendos. Desde hace 4 años Ana Ezquerro es mi facilitadora y creo que es una auténtica chamana de la biodanza. Su sensibilidad y su conocimiento, la forma en que sabe escuchar el cuerpo y llevarnos a esos momentos mágicos en los que conectamos con nuestra esencia, es difícil de explicar, pero más increíble de sentir. Me siento profundamente agradecida a Ana por lo que crea en cada sesión, que es única e irrepetible, y por las personas que es capaz de reunir en este arte. Personas de las que igual no sé si están casadas o solteras, si trabajan en esto o en lo otro, solo seres humanos con una conexión de almas. Qué más puedo pedir a la vida!!!! Gracias Biodanza, Gracias ANA!!!
MARÍA JOSÉ GONZÁLEZ · Quiromasajista y gerocultora
Clases de biodanza presenciales
Biodanza me sirve para expresar mis emociones y entender muchas de las cosas que me pasan, reconociéndolas sin juzgar. Me ayuda a cambiar actitudes que me bloquean y me aporta sobre todo alegría. Me siento con más energía. El grupo me aporta desarrollo y estabilidad emocional, el ambiente es muy bueno y no hay juicios. Ana Ezquerro es un amor, siempre está alentándote, se implica y es una más. Sabe expresarse de tal manera que todo el mundo la entiende, es asertiva, leal, cómplice, alegre y entusiasta.
VIRGINIA RUIZ · Profesora
Clases de biodanza presenciales
Me encantan las clases de biodanza que imparte Ana Ezquerro. A través de las consignas que nos da, de la música y de mi movimiento aprendo a moverme mejor por la vida y a estar más a gusto en ella.
MARY CARMEN NESTARES · Apoderada de Banca. Licenciada en Psicología. Astróloga
Clases presenciales
Biodanza irrumpió en mi vida como un vendaval en 2018, abriendo de golpe puertas y ventanas, aflorando sensaciones y sentimientos nunca vividos, que brotaron con la fuerza de un volcán. Fue un despertar a lo grande. Años maravillosos. Ahora, cinco años después, me siguen sorprendiendo nuevos ejercicios, músicas, ritmos que me llevan a nuevos lugares. Cada clase es una aventura a descubrir y sentir. Todo ello gracias a Ana Ezquerro, una ‘maestra del alma’, que nos conduce con su excelente preparación, la alegría que imprime a las clases, su entrega, delicadeza, dulzura, amor y profundo respeto. Es un regalo que la vida me ha concedido. Biodanza te enseña a vivir con otra mirada.
SOPHIE DA COSTA · Terapeuta emocional
Clases de biodanza presenciales y online
Biodanza me ayuda a liberarme energéticamente, a conectar más con mi cuerpo, a conocer personas estupendas y un montón de cosas más. El ambiente es estupendo. De Ana destaco su profesionalidad, cómo propicia la comunicación, sus consignas están hechas con sumo mimo y cuidado para liberarnos desde lo más profundo, con respeto y armonía. Recomiendo Biodanza con Ana Ezquerro a cualquier persona que quiera conocerse más a sí misma y vivir una vida más plena y feliz.
ISABEL GIMENO · Comercial inmobiliaria
Clases de biodanza presenciales
Para mí la biodanza es una herramienta de conocimiento personal, que me ayuda a aceptarme, valorarme y quererme tal como soy. En las clases puedo expresarme con libertad, sin juicio, desde la confianza y el respeto que me da el grupo, con la mirada, con la caricia con el abrazo, consigo conectar desde mi corazón con los compañeros y derretir las «placas de hielo» para sanar mis pensamientos emociones, limitaciones. La empatía con el grupo hace del espacio, un lugar de encuentro al que siempre quiero volver. Ana, la profe consigue con su cariño, paciencia, respeto y sabiduría transmitir en cada ejercicio la esencia del mismo, para que la experiencia sea única para cada uno de nosotros. Ana es nuestra inspiración. Biodanza me ayuda a quererme más, a ver el día a día con otra mirada, a ser más feliz.
SOL PORTOLÉS · Funcionaria jubilada
Clases de biodanza online y presenciales
Empecé en las clases presenciales donde los abrazos, los caminares, las rondas, alimentaban mi alma. Con la pandemia pasé a las clases online donde las miradas, la concentración, la intimidad siguen alimentándola. Biodanza supone reencontrarme, volver a mi esencia, me aporta paz, armonía, sensibilidad. Gracias a Ana Ezquerro, ‘mi’ facilitadora, porque desde el primer momento supo reconocer lo que necesito y guiarme hacia la mejora. Es una persona especial donde las haya y una grandísima profesional.
MARIAN RAMÍREZ · Administrativa
Clases de biodanza presenciales
Con Biodanza me siento más alegre, descubriendo un nuevo estar, otra forma de realidad más placentera, conectando con mi esencia, reconciliándome conmigo y con los demás, con más apertura, estableciendo vínculos sanos, oxigenando mi día a día, con cierta libertad corporal, manteniendo mi salud y mis afectos, ampliando mi percepción, me revitaliza. Aprendo a quererme más, me ayuda a tener una mirada más objetiva, da más sentido a mi vida. Tengo la gran fortuna de que en este proceso sea mi facilitadora Ana Ezquerro, persona que goza de toda mi confianza, segura, natural, sencilla, sincera, dama con magnetismo arrollador, inclusiva, respetuosa, atenta, amable, animadora de almas, de palabras alentadoras y siempre certeras, el mimo y el cuidado con el que elabora sus clases, su presencia siempre pendiente de las necesidades, su danza de movimientos sutiles, sentidos, profundos, su sabiduría de vida de la que aprendo continuamente, y un largo etcétera que seguro me dejo en el tintero. Animo a todo el mundo a probar esta preciosa disciplina de vida, por un mundo más afectivo y más cercano para todos.
BELÉN PUENTE · Celadora
Clases de biodanza presenciales
Nunca imaginé el bien que me haría Biodanza. Es danzar siendo yo misma, es redescubrir el juego, la infancia, es acariciarme el alma al ritmo de la música, es compartir con gente maravillosa los miedos, las locuras, la amistad, es romper la monotonía durante dos horas semanales, es facilísimo y GENIAL. Ana Ezquerro es una impresionante mujer y profesional, que no deja de formarse como profesora y persona para adquirir nuevos conocimientos que nos beneficien a cada persona en nuestra vida.
MERCEDES NAVAJAS · Empresaria
Clases de biodanza presenciales
Biodanza es para mí, entre otras cosas, el recreo de mis días, el retorno al aquí y al ahora, la infancia revivida. ¿Cómo llamar a una terapia del alma sin palabras, ni sofá, ni teorías? Gracias Ana Ezquerro, porque salir de tus clases con ese subidón sólo se explica si detrás hay mucho trabajo, conocimiento y sensibilidad por tu parte.
ALFREDO RUIZ · Metalúrgico
Clases de biodanza presenciales
Ana Ezquerro es una facilitadora profunda. Hace fácil el camino para que las personas alcancemos nuestra alegría natural. Su presencia está llena de gracia y amor. Su trabajo, sus palabras, su danza, mejoran el sentimiento de humanidad; son intensas y de máxima calidad. Lo más válido en Biodanza para la sociedad moderna es la espiritualidad para llegar a todos los seres. Bienvenidos a la Revolución silenciosa de la autorealización.
OLGA GARCÍA · Estudiante de Psicología
Clases de biodanza presenciales
No hay palabras para describir las sensaciones y emociones que transmite Ana en sus clases. La Biodanza es maravillosa para la vida, para lo que cada persona necesite o quiera experimentar. Gracias por tanto, por ser, y por compartirlo de esa forma tan cercana.
RUBÉN-CIANO (Clown-autor) · Cantante
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza es para mí una experiencia muy enriquecedora. He aprendido (y me sorprendo cada día) a reconocer mis límites interiores y exteriores para con los demás y conmigo mismo. Aprendo a respirar y a conocer los ritmos y emociones de quien me rodea y, lo mejor, me divierto muchísimo. Desde luego, cien por cien recomendable. Salud y amor.
SARA SANTANA · Terapeuta ocupacional
Gracias a Biodanzalia, a Ana Ezquerro, he conocido la biodanza. Me ha ayudado a conocerme más, ha traído a mi vida recursos para aprender a vivir, a aceptar las cosas como vienen, me ayuda a tomarme las cosas con más calma y a mirarme a mí y a los otros desde otra perspectiva. Desde que empecé a asistir a las clases, me siento mejor conmigo misma, con los demás y con el mundo. Ana Ezquerro es muy profesional y, cada día, en cada clase, se da al cien por cien, nos guía con mucho mimo para que podamos aprender de cada experiencia, con mucho cariño y, sobre todo, con respeto, mucho respeto. Ella es una de esas personas que aparecen en la vida de casualidad como un regalo. Muy recomendable si quieres mejorar tu vida.
CRISTINA GONZÁLEZ · Animadora sociocultural y oficiala de electricidad
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza ha aportado en mi vida equilibrio, conexión con mi ser, ser consciente de que somos la totalidad. Descubrir nuevas formas de ser y de sentir, sentir mi esencia e identidad. Aprender a disfrutar de los placeres de la vida y a vivir en el momento presente. Gracias Biodanza por ayudarme a danzar en la vida. Me encantan las clases de Ana Ezquerro, es una profesional que se dedica desde el corazón a escuchar al grupo y crear las sesiones adecuadas para nuestro desarrollo personal. Además de que es una mujer excepcional.
DANIELLE POURQUET · Profesora
Clases de biodanza presenciales
Soy una persona mayor y a pesar de ello mi cuerpo habla y me dice que todavía tiene mucho que enseñarme. La Biodanza me conecta con mi Yo más profundo donde estoy lejos de la influencia de mi ego. Al salir de clase ya se sienten los efectos: más alegría, más armonía, más equilibrio. Debo decir también que he tenido la suerte de tener a Ana Ezquerro como facilitadora. Desde el primer momento me pareció una persona que transmite mucho su amor por la biodanza, por la gente, que sabe conducir la clase sin que se note, siendo una más del grupo. Es ternura, calidez, dulzura lo que nos da. Sin ruido, con sencillez y autenticidad. GRACIAS ANA por tus cuidados y tu ejemplo. Ya veis: he decidido no perderme esta oportunidad que me conecta con LA VIDA.
ARANTZA MORENO · Actriz
Clases de biodanza presenciales
Un jueves de 2017 asistí a mi primera clase de Biodanza con la facilitadora Ana Ezquerro. Yo, que iba solo a probar me encontré absolutamente desbordada por todo lo que aquellas dos horas me regalaron. Para mí, que solo me permitía reconocer mis errores, Biodanza me está dando la fuerza, las agallas, y la ternura de mirarme sin miedo, con una mirada tranquila, abriendo un mundo de posibilidades y oportunidades de relacionarme conmigo, con mis errores y mis aciertos, con mi entorno y con los demás, descubriendo una nueva forma de ver la vida. Biodanza me coloca en un lugar en el que me siento cada vez más cómoda y segura. Con la práctica de Biodanza me he reencontrado, sin fisuras, me he dado la mano y he experimentado una inmensa ternura hacia esa personita que habita en mí. Realmente Ana es una extraña y maravillosa facilitadora, y digo extraña porque no es fácil llegar a las emociones de tantas personas, tan diferentes entre sí, en el mismo momento. Y eso la hace maravillosa. A través de la música, la calidez de su voz, y su calidad humana, es capaz de abrir un universo de paz y bienestar y hacernos partícipes de ese universo. Después de mi primera clase, quise hablar con Ana para expresar mi intención de continuar acudiendo a sus clases de Biodanza, era tan fuerte lo que sentí, tanta la necesidad de volver a sentirlo, que me acerqué a ella y lo único que pude decir fue “tendría que estar muerta para no volver”. Para mí Biodanza es vida.
MENTXU SÁENZ · Empresaria y Emprendedora
Clases de biodanza presenciales
La Biodanza me ha ayudado a conocerme más, a confiar más en mí y en los otros, en ir más allá de lo mundano. Biodanza es conectarme conmigo misma y con las demás personas desde el corazón, tomando conciencia de mi cuerpo y de mis emociones. Es danzar la vida. He tenido la suerte de conocer a Ana Ezquerro como facilitadora de biodanza, se siente su experiencia, su profesionalidad, y también su sensibilidad para trasmitir.
REYES PORTELLA · Educadora infantil
Clases de biodanza presenciales
Recomiendo biodanza a todo el mundo. Es una experiencia maravillosa. Estoy encantada. Con Biodanza interiorizo, contacto con los otros, siento que formo parte de un todo aun con mi individualidad. Disfruto con el movimiento a través de la música. Gracias a Ana Ezquerro, mi facilitadora, que con su dulzura, su buen hacer y su esfuerzo consigue hacer florecer mis emociones. Ana es una gran profesional de la biodanza, trabaja las sesiones con ahínco, pero sobre todo con corazón y con una voz tan dulce que transmite paz.
GLORIA ESTHER GONZÁLEZ · Profesora de Lengua castellana y Literatura
Clases de biodanza presenciales
Cada semana espero mi sesión y voy; pase lo que pase, yo voy porque la profesionalidad de Ana Ezquerro, su falta de juicio, y la de todos y cada uno de mis compañeros, y sus miradas, han logrado un cambio en mi persona a la que ahora soy capaz de reconocer con mayor claridad, y eso solo danzando esta vida mía. La música y tu cuerpo. Tu cuerpo y la música. Hay días en que no iría, me duele una pierna o tengo migraña, pero voy porque solo yo puedo curar sus causas. Y de pronto suena una música y Ana da la consigna: Esto es una danza de tierra, una danza que enraíza, que me hace sentir que formo parte de un grupo, que el grupo forma parte de mí, y golpeo el suelo y la vibración me mueve de los pies a la cabeza y empiezo a sonreír y me llevo la sonrisa para casa. O tal vez la consigna es que es una danza de apertura, que debo abrir la parte en la que late mi corazón y allí estoy, bailando al son de un sonido que me hace abrir los brazos hasta que siento que se me quieren salir y caminar y bailar solos y en un momento me siento bañada en un llanto sanador que me reconforta conmigo misma y que cuando seco esas lágrimas que han brotado, siento que soy una persona distinta a la que comenzó a bailar al principio de la música. Todo esto y mucho más es para mí la biodanza. Una experiencia que comenzó “por hacer algo que me guste” y que Ana Ezquerro, con sus horas de selección de música, con su escucha en los momentos de compartir vivencias de forma oral, con sus miradas escudriñadoras de nuestros estados de ánimo al comenzar la clase, con sus consignas al empezar cada danza ha ido haciendo que sea esencial y necesaria en mi vida.
LOLES MARTÍNEZ · Maestra
Clases de biodanza presenciales
Fue empezar con Biodanza y estar encantada con ella. Es un espacio para conectar conmigo y con el grupo en un ambiente muy positivo. Quiero nombrar el trabajo fantástico de la facilitadora Ana Ezquerro porque su labor es increíble. Trabaja desde la profesionalidad creando un espacio único de confianza. Prepara las clases al detalle, con la música y las propuestas, consiguiendo que los participantes estemos muy a gusto y conectando las actividades con nuestro día a día. Me siento muy agradecida de formar parte del grupo.
MARÍA DEL PILAR LÓPEZ · Operaria
Clases de biodanza presenciales
Las clases de Biodanza me aportan tranquilidad y paz, me hacen ver la vida de una manera más positiva. Estoy muy feliz de estar en el grupo de Biodanza. Es totalmente recomendable probarlo.
SONIA CALVO · Enfermera
Clases de biodanza presenciales
Para mí Biodanza es un espacio donde compartir, reconectar, expresar, disfrutar. Un auténtico regalo para el cuerpo y el alma. Ana Ezquerro logra transmitir la esencia de la Biodanza a la perfección, ha llegado a mi vida en el momento preciso y para quedarse. ¡Gracias Biodanza!
ANA EZQUERRO
Imparte clases de Biodanza en Logroño y Navarra. Integrante de BiodanzaYA, la Asociación Española de Facilitadores de Biodanza Sistema Rolando Toro.